Las primeras referencias sobre esta mina de carbón aparecen en 1882, cuando era su propietario Eduardo Carrió, quien la vendió dos años más tarde a Tomás Allende y a Juan Bautista Rochet. A comienzos del siglo XX, figuraba como titular de la misma Sebastián López, dueño también de su vecina, La Valenciana. En 1890 aparecía a nombre de Eduardo Ruíz, con dos pertenencias y una extensión 20000 metros cuadrados, trabajando en ella únicamente dos hombres. En 1909 sus propietarios eran Aguilar y González. vecinos de La Valcueva. Su Demasía, nº 4071, se registró en 1912.
En los censos de 1927 y 1936, la mina figuraba ya a nombre de Dionisio González, aunque éste la había cedido en arriendo en 1935 a la sociedad Valle y Díaz, quienes la mantuvieron en explotación hasta 1959, ya bajo el nombre de Hullera Vasco-Leonesa. En 1942, eran casi cien los mineros que prestaban servicio en ella. Años más tarde se paralizarían los trabajos, y sería en 1970 cuando una nueva sociedad se haría cargo de la misma, si bien por un corto espacio de tiempo.
Nuevamente, a comienzos de los años 80, la mina fue puesta en actividad, abriéndose para ello algunas galerías y alternándose estos trabajos con los de cielo abierto, pero al no obtenerse el resultado apetecido, la mina cerró poco después, ya de modo definitivo.
La Carmonda benefició las mismas capas que la mina La Valenciana, aunque a mayor profundidad, mediante un pozo plano. El transporte del mineral hasta los cargaderos se efectuaba con un pequeño ferrocarril de tracción a sangre, salvando el desnivel existente con un plano inclinado accionado por cabestrante y cables. Desde la base de este cable se accedía al apartadero del ferrocarril de La Robla.
Los datos sobre esta mina han sido extraídos del blog De León Vengo, mientras que el reportaje fotográfico es obra de A. Mario Fernández.