Esta pequeña mina de hierro de poco más de 2 hectáreas, conocida también en la comarca como mina Peña Teixeira, nombre del paraje dónde se encuentra enclavada, fue explotada en los años 50 por la compañía Oscos Minero-Industrial, regentada en aquella época por Julio Alonso, aunque probablemente fuese Isaac Tascón Brugos su propietario. Recibió como nº de registro el 26230, siendo esta zona de trabajos conocida como Labores Árnica.
Consta de un zanjón con pilares y galería con acceso por plano inclinado. Los trabajos se iniciaron a cielo abierto, pero la profundidad de la trinchera determino el pase a las labores de interior, con llaves de sostenimiento y algunos refuerzos de madera. Se benefició un filón de metro y medio de potencia de hematites, con un elevado contenido en manganeso y plomo.
En la mina trabajaban 25 hombres, a tres relevos, cargándose el mineral en camiones para ser llevado hasta el puerto de Ribadeo. La práctica totalidad de la producción, unas 200 toneladas semanales, era enviada mediante buques hasta las siderurgias vizcaínas. La explotación cerraría definitivamente hacia 1960. En esta última etapa, la explotación de esta y otras minas del entorno fue realizada por CEMIN S.A., que contaba con dos grandes grupos mineros: Monteserín y San José.