Mina La Prometida, Prado de la Guzpeña, León

jueves, 19 de junio de 2014

Mina La Prometida

Chimenea reflejada en el agua (Fot. J. M. Sanchis, 2014)

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La extracción de carbón en esta zona leonesa comenzó a finales del siglo XVIII, aunque a muy pequeña escala. Ya en el XIX, en 1847, Madoz citaba la existencia de una mina en actividad, pero sería en 1865 cuando la Sociedad de Crédito Mobiliario de España daría un fuerte impulso a la minería de la región, perforando dos pozos verticales que fueron los primeros de la provincia y también de los primeros de España. La crisis de 1866 acabaría con todos estos grandes proyectos.

Mina La Prometida

Vista del poblado desde la zona de hornos (Fot. A. Mario Fernández, 2013)

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En 1896 se hizo cargo de las minas la sociedad Minas de Castilla la Vieja, que en 1902 se fusionó con Minas de Jaén, dando lugar a una nueva compañía: Minas de Castilla la Vieja y Jaén. Esta nueva sociedad acumuló grandes deudas, viéndose obligada en 1905 a traspasar sus derechos a Marcelino Balbuena y Benigno Arce. La I Guerra Mundial paralizaría los trabajos, que no se reanudaron hasta 1918. Dos años más tarde se creaba la empresa Minas de Prado de la Guzpeña, poniéndose en marcha un gran complejo industrial.

Mina La Prometida

Plaza de los hornos (Fot. J. M. Sanchis, 2014)

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En 1942 se forma una nueva empresa, Hulleras de Prado de la Guzpeña, que comenzó la extracción de carbón de la mina La Prometida mediante un plano inclinado, modernizó las explotaciones y en 1960 levanto 12 hornos para la obtención del coque. Una de sus tres chimeneas, de 36 metros, ha sobrevivido hasta nuestros días. La producción de coque finalizaría en 1964, y a partir de 1967 se compaginó la extracción de interior con la de cielo abierto.

Mina La Prometida

Vista general desde el poblado (Fot. J. M. Sanchis, 2014)

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La minería de interior cesó en el año 1971, y en 1979 se cerraron todas las instalaciones, haciéndose cargo de ellas a partir de esa fecha la Sociedad Castellano Leonesa de Minas, aunque sin actividad alguna.