Esta antigua mina, enclavada en el barranco de San Manuel, también conocido como barranco de la Mina Grande, ocupó a partir de 1871 parte de la antigua concesión Alarma (nº 65), ampliada con una Demasía en 1870 y ambas anuladas en aquella fecha por el representante de la Sociedad Filantropía, Ramón Orozco Segura.
La gran crisis del mercado del plomo de 1870 obligó a la sociedad propietaria de un buen número de pequeñas explotaciones a reagruparlas en tres grandes concesiones: Aprovechado, Reformada y Convenio, registradas con los números 4359, 4360 y 4361, respectivamente. Algo más tarde, todas estas minas fueron vendidas a la poderosa Compañía de Águilas, quien intentó llevar a cabo una explotación moderna de las mismas, pero el proyecto fracasó, pasando entonces a ser laboreadas por pequeños empresarios “a partido”. Se mantuvo el nombre de las tres concesiones, aunque los partidarios las trabajaron en pequeñas parcelas que no tenían en cuenta los límites de aquellas concesiones.
En la actualidad puede contemplarse como gran parte de la histórica explotación lamentablemente ha desaparecido al ¿urbanizarse? la zona. En los pequeños socavones y frentes que han sobrevivido a la voracidad urbanística pueden encontrarse aún secundarios de cobre y otros.
Debemos todos estos datos al gran conocedor de la minería de Bédar, Juan Antonio Soler, al que agradecemos sus siempre documentadas aportaciones.