Este histórico grupo hullero fue formado por la Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP) mediante la adquisición de diversas concesiones. En 1923, la empresa comenzó su explotación junto con otros grupos: Orallo, Calderón, Sosas, Villaseca y Lumajo. A partir de 1941, nuevas concesiones ampliarían el grupo, siendo Veguellina la primera de ellas, a la que siguieron Babiana (1943), Laberinto Once y sus demasías (1945) y otras muchas, hasta completar el moderno grupo Carrasconte en 1958 con la adquisición de Mariana. Las capas explotables del conjunto pasaron de 31.
Se mantuvieron durante algunos años las labores de interior mediante varios pisos o niveles, aunque a partir de 1977 se acometieron también los primeros trabajos a cielo abierto. En 1981, eran 473 mineros los que trabajaban en el grupo, lográndose una producción cercana a las 240.000 toneladas.
En 1987 se abrieron nuevos pisos, cuando la compañía ya se encontraba en pleno declive y acumulaba grandes pérdidas. Estos niveles se encontraban enlazados mediante un cable, por el cual descendía la producción hasta el nivel 0.
La MSP entró en quiebra en 1993, siendo adquirida en 1995 por el grupo de Victorino Alonso, quien cerró el grupo en el año 2004. En el año 2008, la fusión de la MSP con Hullas del Coto Cortés dio como resultado una nueva empresa: Coto Minero Cantábrico, reabriéndose la mina, que volvió a cerrar en 2011.
En la actualidad se encuentra paralizada, al igual que los cielos abiertos de Fonfría, Nueva Julia, Cerredo, Tormaleo, lavaderos de Villablino y el ferrocarril Ponferrada-Villablino. La empresa se encuentra en concurso de acreedores y pendiente de que todas sus propiedades sean subastadas judicialmente.
El 16 de mayo del presente año, Coto Minero Cantábrico fue adjudicado provisionalmente por la administración concursal a la Compañía Minera Astur Leonesa, propiedad del empresario Rodolfo Cachero, aunque los cielos abiertos de Tormaleo y Laciana, así como otros edificios y el ferrocarril no figuran incluidos en la adjudicación.