Incorporamos un nuevo conjunto de imágenes del estado actual del emplazamiento del pozo y su entorno, cada vez más abandonado, a pesar del ajardinamiento efectuado frente al mismo. Lentamente, la vegetación va devorando los escasos vestigios que aún perduraban: el cargadero es prácticamente invisible ya, y a su vieja bocamina es difícil de acceder.