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Esta conocida mina cabraliega fue, en sus orígenes, propiedad del Vicecónsul inglés en Bilbao J.I. Reid, pasando posteriormente a pertenecer a sus hijos, John Hugo Luis y Jessie-Delphine, tomando el nombre de esta última, si bien los lugareños la conocen como mina de Alda. Tras el fallecimiento de su propietaria, la mina pasó a manos de su esposo, Thomas W. Pears.
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En 1953 la explotación fue cedida en arriendo a la Sociedad Minero-Química Española. El contrato se estableció por un año, aunque contemplaba la posibilidad de prórroga por 30 más, pero el acuerdo se anuló un año más tarde.
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Dos años después, en 1956, la propiedad minera fue vendida a la Sociedad Cobre Electrolítico y Metales (CEYMSA), quién levanto en 1957 una planta de tratamiento en la localidad de Ortiguero. Desde aquí, los concentrados de cobre eran remitidos a Gijón, para ser tratados mediante electrolisis. La mina y las instalaciones industriales fueron definitivamente abandonadas en 1958.
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Mina Delfina
Escalera de acceso a labores de interior tallada en piedra (Fot. J.M. Sanchis, 2014)
AccederDe la mina se mantienen en pie, milagrosamente, el castillete y el edificio de mampostería del cargadero y tolvas. El resto de edificios auxiliares y la casa de máquinas fueron derribados, y los pozos vallados o cegados. De la planta de tratamiento solo se conserva su chimenea, enclavada dentro del recinto de una cantera de áridos.