Los trabajos de preparación de este grupo se comenzaron en 1916, entrando en producción un año más tarde. Fue una de las explotaciones más rentables de Hulleras de Turón, con dieciséis pisos unidos por planos inclinados. De estas instalaciones, en desuso tras ser integradas en 1967 en HUNOSA, se conservan la tolva-cargadero y los túneles sobre los cuales bajaba un plano inclinado. En sus últimos años de producción, los trabajos se limitaron al segundo piso, donde se concentraron todos los servicios (aseos, lampistería, polvorines, oficinas, etc.). La mina estaba comunicada con el grupo San José-San Francisco.
Las tolvas sobre las que estaban emplazados los basculadores de vagonetas, construidas en piedra y sillería, de más de 45 metros de longitud y 6 de altura, almacenaban todo el carbón del grupo, para ser cargado en el ferrocarril de vía estrecha que lo llevaría hasta los lavaderos de La Cuadriella. Las pequeñas arcadas de ladrillo existentes bajo las vertederas servían de refugio para los obreros.
En la plaza de la mina se encuentran dos túneles gemelos, de 11 metros de longitud. Fueron construidos en 1926, para salvar con ellos el plano inclinado que descendía de los pisos altos y facilitar así el tránsito de trenes y personal.