Las primeras concesiones mineras de San Cebrián datan de 1843, explotándose algunas minas de forma muy precaria. A partir de 1868 se produjo una gran reactivación en la extracción del carbón, abriéndose un nuevo periodo con la llegada de la compañía inglesa The San Cebrian Railway, en 1885, y la construcción de un ferrocarril que llevaría el mineral hasta Cillamayor, si bien las minas no alcanzaron la productividad esperada, debido en parte a los constantes litigios y pleitos entre la compañía, propietarios y especuladores.
Minas de San Cebrián de Mudá
Cargadero en las inmediaciones del Socavón (Fot. A.M. Fernández, 2013)
AccederA partir de 1916 se hizo cargo de las mismas la S.A. Hulleras de San Cebrián, llegando a reunir 37 concesiones en San Cebrián y poblaciones limítrofes, sacando el carbón por un transversal general de transporte, conocido como El Socavón, construido a comienzos del siglo XX e instalando, además, un moderno lavadero. Tras una gran inundación padecida en 1945, unida a la ya insostenible situación de la compañía, las minas fueron adquiridas por la cementera Alfa.
En 1965, Cementos Alfa decidió deshacerse de las minas, creando para ello una nueva sociedad, Minas de San Cebrián, aunque la cementera siguió siendo accionista mayoritaria. La nueva sociedad modernizará las explotaciones y ampliara sus concesiones, abriéndose un nuevo pozo plano, que entró en funcionamiento en 1981.Tras diversos problemas y accidentes, las minas se cerraron en 1990.
El viejo trazado del ferrocarril se convirtió en un ciclo-raíl, y sobre los silos del abandonado cargadero de Puente San Miguel se construyó en 2006 un observatorio astronómico llamado Mirador de las Estrellas. Próxima a estas instalaciones se encuentra una reserva de bisontes que fueron traídos desde Polonia. En la restaurada explanada del Socavón se encuentra un pequeño parque con material de minas y un sencillo monumento dedicado a los mineros de San Cebrián.