El coto minero Navarrete fue explotado por la Sociedad Anónima Minera Setolazar, constituida en Bilbao en 1913, bajo la presidencia de Francisco Setuaín. La extensión del coto sobrepasaba las 2000 hectáreas, y se encontraba en la kabila de Beni-Bu-Ifrur, donde también se explotaban las minas La Alicantina, las de la Cía. Española de Minas del Rif y las de la Compañía del Norte Africano.
Se trabajaron mediante cortas a cielo abierto, y en ellas había en 1926 más de doscientos obreros, entre españoles y nativos. Los minerales de hierro, rubio y campanil, eran transportados hasta el puerto de Melilla por el ferrocarril de la Compañía del Norte Africano, contando la empresa con un gran cargadero propio, capaz de albergar hasta 20000 toneladas.
En el puerto de Melilla, la empresa disponía de dos grúas eléctricas para las operaciones de descarga en las bodegas de los buques, y a 3 Km del muelle se construyó la estación Setolazar, en Beni Enzar, con los talleres necesarios para el mantenimiento de la línea férrea y un depósito regulador de mineral, proyectado para poder almacenar unas 35000 toneladas. En 1926, eran más de 750 obreros los que prestaban servicio entre las minas, los cargaderos y el ferrocarril.
En 1946, todos los activos mineros de Setolazar fueron adquiridos por la Compañía Española de Minas del Rif, S.A.
Las fotografías adjuntas pertenecen a dos reportajes publicados por el semanario La Esfera en 1916 y 1926.