En 1839, Antonio Meca registró esta mina con el nombre de San Juan Evangelista, otorgándosele entonces el nº 129 de registro. El laboreo corrió a cargo de una sociedad homónima, y tras su caducidad, hacia 1870, fue nuevamente registrada, en esta ocasión por Agustín Ramos en representación de la sociedad denominada Felicidad Descubierta.
La mina está enclavada en el Barranco Jaroso, colindante con Patrocinio, San Edmundo, Roque, Ánimas y Constancia. De ella únicamente restan la casa de la mina prácticamente derruida y una pequeña escombrera bajo ella.