Las minas de La Florida tienen sus orígenes en 1855, con la constitución de la Compañía de Minas y Fundiciones de la Provincia de Santander, sociedad que fue absorbida poco después por la Real Compañía Asturiana de Minas. En principio se beneficiaron las calaminas, y más tarde los minerales de zinc y plomo, siendo La Isidra (de interior) y La Florida (a cielo abierto) las explotaciones más antiguas de la zona. Hacia 1928, las labores ya estaban divididas en dos grandes grupos: Primera y Otras y Pablo y Otras.
El pozo de la mina La Cuerre se encuentra justo en el límite de los municipios de Herrerías y Rionansa, extendiéndose sus galerías por ambos municipios, siendo Rábago la población más cercana. Su profundidad es de 167 m, con una sección de 3 x 2,5 m, y dispuso de los niveles 1º, 2º, 3º, 4º, Cereceo y 5º. Los niveles 6º y 7º, estos dos últimos bajo el transversal de Cereceo, únicamente tenían acceso al plano inclinado.
El mineral extraído era enviado hasta la planta de tratamiento de Plaza del Monte mediante una línea de baldes, que se suprimió al prolongarse el transversal de Cereceo hasta las labores de La Cuerre, dedicándose el pozo a partir de este momento únicamente para el movimiento de personal.
Los trabajos en La Florida concluyeron en 1978, siendo la mina La Cuerre muy conocida en los ambientes mineralógicos por los magníficos ejemplares de calcita recuperados a finales de los años 90.