Impresionante explotación de calcita espática enclavada en la vertiente noreste de la Sierra del Sueve, en el paraje denominado El Copín, a 350 metros de altura sobre el nivel del mar. En algún documento aparece como mina La Forcada. Se trata de un gran cráter probablemente provocado por un fenómeno kárstico, que dejo al descubierto grandes paquetes de calcita de una gran pureza y calidad.
Para acceder a las labores hubo de perforarse una galería de entrada de unos 50 metros; cerca de esta entrada se encuentran las ruinas de lo que fue la casa de la mina, casi cubierta por la vegetación. Se trabajo en ella desde 1964 hasta finales de los años 70, y según informes orales recogidos en Loroñe, para poder acceder a las zonas más altas de la mina, los picadores se descolgaban mediante pequeños andamios o cuerdas.
La producción era bajada a través de un inclinado canal hasta las tolvas, a media montaña, desde donde se cargaba el mineral en carrocetas. La producción era destinada a la fabricación de vidrios, cerámica y como fundente.