Esta explotación, enclavada entre los barrancos Jaroso y Chaparral fue demarcada en 1860 por la sociedad de su mismo nombre, cuya presidencia ostentaba el banquero madrileño Andrés Pereda. Recibió como número de registro el 4911. Su Demasía tenía el nº 3416.
Colindaba con las minas Querétaro (también perteneciente a Pereda), Roque, Justicia y Observación a la República.
Los trabajos en ella fueron de cierta intermitencia. Así vemos que en 1880 estaba parada, figurando nuevamente activa un par de años después. Dispuso de tres pozos, habiéndose cortado en uno de ellos un rico filón que se creía que era el mismo de Virgen del Carmen.