Dos eran las ferrerías que en 1826 se beneficiaban del mineral de hierro (magnetita) extraído en las minas del Peñoncillo: Nuestra Señora de la Concepción, propiedad de Manuel Agustín Heredia, y El Ángel, perteneciente a un grupo de accionista encabezado por Tomás Gazzino.
Minas del Peñoncillo: Cargadero de Marbella
El cargadero, visto desde su lado sur, hacia 1900, con barcas de pesca amarradas en la playa (Arch. J.M. Sanchis)
AccederEn 1868, los hermanos William y Samuel Senythe Malcom adquirieron las minas y la fundición de la sociedad El Ángel, vendiendo a continuación ésta última y reteniendo en su poder las minas de La Choza, San Juan Bautista y San Nicolás, reanudando la extracción de mineral en 1871. Un año más tarde, los Malcom fundaban en Londres la sociedad The Marbella Iron Ore Cº Ltd., a la que traspasaban todas sus propiedades.
Minas del Peñoncillo: Cargadero de Marbella
Plataforma superior. Principios del siglo XX (Arch. J.M. Sanchis)
AccederPara poder trasladar el mineral hasta el mar, se tendió en 1872 una línea férrea de 6 km y ancho métrico desde las minas San Juan Bautista, La Concepción y la fábrica de El Ángel hasta el embarcadero de hierro de la playa de Marbella. El ferrocarril se denominó San Juan Bautista.
Minas del Peñoncillo: Cargadero de Marbella
Visita de autoridades al cargadero, 1917 (Arch. J.M. Sanchis)
AccederEl cargadero-embarcadero de hierro contaba con cuatro tramos: el primero se iniciaba en un terraplén de 38 m; el segundo, que salvaba el resto de la playa media 62 m, y el tercer y cuarto tramo, ya sobre el mar, 198 y 78 m respectivamente, lo que hace un total de 376 m. En su extremo final, la altura del cargadero era de 14 metros sobre las aguas.
Minas y cargadero se detuvieron en 1930, aunque permanecieron algún tiempo más embarcando el mineral que quedaba en las escombreras. En 1934, unos chatarreros llegados desde Valencia se encargaron de desguazar la estructura.