Es posiblemente el pozo asturiano más conocido, en parte gracias a una canción popular convertida en himno minero. El yacimiento comenzó a explotarse en 1858, como mina de montaña, por la Unión Hullera de Santa Ana, pasando en 1869 a pertenecer a la Sociedad Carbones de María Luisa, y a partir de 1886 a la Soc. Unión Hullera y Metalúrgica de Asturias, quien a comienzos del siglo XX se integraría en la S.M. Duro Felguera.
El pozo comenzó a profundizarse en 1920 por su nueva propietaria, construyéndose, además, las oficinas, casa de aseos, etc., aunque no se pondría en marcha hasta 1942. Su primer castillete, de acero soldado, fue el primero en montarse mediante esta técnica. La sala de embarque se construyó en 1941 con una estructura de acero laminado, cerrada con chapa metálica y fibrocemento.
El castillete fue modificado y recrecido por HUNOSA en 1973, a quien pertenecía desde 1967, tras la integración de la Duro en la compañía estatal. Se instaló una nueva máquina de extracción dotada de polea Koepe, y hubo de construirse una nueva casa de máquinas porque la antigua no otorgaba el ángulo necesario que precisaba la polea.
En el año 2008 se efectuó la segunda modificación del castillete, tras la incorporación de una segunda polea Koepe, procedente del pozo Siero II, por lo que hubo de construirse una nueva casa de máquinas y renovarse el guionaje. Estas reformas se inauguraron el 24 de septiembre de 2009, con un costo de 6,5 millones de euros.
El pozo alcanza una profundidad de 505 m en 10ª planta, y su cierre estaba en un principio programado para 2015.
