En los valles mineros asturianos es frecuente toparse con innumerables bocaminas que en otro tiempo pertenecieron a diversos grupos de montaña, pero lo que ya no es tan frecuente es encontrarse con una de ellas en el interior de un bar vinoteca.
En el año 2006, al preparar el solar donde iba a edificarse un bloque de viviendas, en pleno centro de Moreda, se descubrió la bocamina del primer piso del grupo Cutrifera, abierta en 1929. El edificio fue finalmente construido, pero respetándose tan singular elemento histórico-minero, que quedó en el interior de un local dedicado a la hostelería, la vinoteca La Mina.
Conservada y restaurada, el propietario del local se siente hoy orgulloso de poderla mostrar a sus clientes, pudiéndose incluso recorrer algunas docenas de metros de su galería, perfectamente acondicionada e iluminada. Todo un ejemplo de respeto y sensibilidad hacia el pasado minero, digno de ser imitado, erradicando definitivamente la vieja práctica, tan española, de destruir por destruir.