Los orígenes de esta explotación de mercurio hay que buscarlos en 1889, cuando la Sociedad La Moderna comienza las labores en la mina Cuesta (nº 8186), registrada a nombre de Ramón Cuesta, en el valle del arroyo Morgao, a 2 kilómetros de Mieres. Los trabajos realizados en ella fueron de escasa entidad y se paralizaron en 1900.
A partir de 1947, la empresa Astur Belga retomó la actividad en la zona, centrándose principalmente en el área de La Peña-El Terronal y efectuando trabajos de menor relevancia en Los Rueldos y otras explotaciones a partir de 1960. La mina, situada en el paraje de Roíles, quedó integrada dentro de la concesión Esperanza (nº 24586), y se cerró hacia 1974.
La zona inferior del valle de Morgao, junto a la mina, se empleo a partir de 1961 como escombrera, dónde HUNOSA depositaba los estériles procedentes del lavadero de carbones de El Batán, trasladados hasta allí mediante un cable aéreo. Tras su clausura, en 1972, la escombrera fue restaurada, emplazándose en ella a partir de 1997 una gigantesca plantación (175000 m²) de manzanos destinados a la elaboración de sidra.
La mina dispuso de dos socavones a distinta cota, en la vertiente NW del valle, quedando entre ambas la escombrera, de unos 3000 m³. Las dos bocaminas se encuentran cerradas mediante verjas de hierro. Es de destacar la presencia de estibnita junto a cinabrio, rejalgar, pirita, melnikovita-pirita, etc.