Antigua mina de carbón registrada por Marcelino Moreno en 1843, en representación de la Sociedad Morat y Compañía. Se trata del primer nivel o piso de una explotación de montaña, situada junto al cementerio evangélico dónde reposan los restos de Numa Guilhou, en terrenos que pertenecieron a la empresa Fábrica de Mieres.
Consiste en una pequeña galería excavada en roca y colapsada a unos 10 metros de su entrada por un desprendimiento. Esta galería debió estar entibada con madera, ya que se observan en ella restos de dicho sostenimiento.
La bocamina fue restaurada en 2015 por la Asociación Cultural y Minera Santa Bárbara, aunque un desprendimiento a causa de las lluvias del pasado invierno la cegó casi por completo. Vuelta a abrir recientemente, ha sido entibada con cuadros de madera y se ha colocado en su entrada una vagoneta procedente de mina Julita.