Mina El Carrazal, Cardes, Piloña, Asturias

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Probablemente esta mina, al igual que sucede con otras de la zona, fuese ya explotada en el siglo XIX y primera mitad del siglo XX. Las del entorno de Cardes comenzaron a trabajarse a finales de la Guerra Civil, siendo la arsenopirita el mineral beneficiado para la obtención del arsénico, necesario para su aplicación en productos insecticidas. A comienzos de los años 90, Río Tinto Minera, última propietaria de las concesiones de Cardes, realizó algunos estudios en busca de cobre y, probablemente, oro. También el IGME efectuó una campaña de investigación y sondeos en la zona, entre 1989 y 1991.

Mina El Carrazal

Bocamina 1ª (Fot. J.M. Sanchis, 2016)

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Las mineralizaciones de plomo, cinc, cobre, oro y plata que aparecen asociadas al complejo ígneo-metamórfico de Infiesto, están emplazadas en zonas de skarn, tanto endoskarns desarrolados sobre rocas gabroicas como exoskarns derivados del reemplazamiento de los materiales carbonatados presentes en las Formaciones Beleño, Escalada y Fito (IGME, 1991). Los minerales más frecuentes son arsenopirita, cobres grises, azurita, malaquita, granates, ferro-hornblenda, epidota, pirrotina, pirita, galena, boulangerita y algunos indicios de oro, entre otros.

Mina El Carrazal

Galería de la 2ª bocamina (Fot. J.M. Sanchis, 2016)

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La explotación de la mina se efectuó mediante al menos dos galerías en dirección al filón, actualmente hundidas en sus bocaminas. No se reconoce escombrera alguna en su entorno.