El primer registro de cobalto en esta zona (1837) fue el de la mina Pendendo, posteriormente denominada mina Las Dos Amelias (nº 1467) y conocida popularmente como mina Los Picayos por encontrarse en el paraje homónimo, junto al cauce del río Cares, cuyo curso era aprovechado para enviar el mineral extraído mediante pequeñas embarcaciones (chalanas) hasta el embarcadero de Unquera, en la ría de Tina Mayor, desde dónde era enviado a las fábricas de vidrio y porcelana de Sajonia, y a las de Gijón y Valencia, donde se obtenía el conocido pigmento “azul cobalto”.
A comienzos del siglo XX, se ocupaba de las labores la Compañía Minera de Peñamellera, quien las mantuvo en actividad hasta el año 1925. Anteriormente habían pertenecido al empresario minero cántabro Senén del Diestro, propietario de varias minas de cobalto y cobre en Cabrales y Peñamellera (Santa Amelia, Esmalte, Isabel, Antonio, Carmen y otras).
Los trabajos consisten en varias galerías y socavones a cotas de hasta 150 metros sobre el nivel del río, sobre tres filones mineralizados, un pozo vertical de unos 60 m por el que descendía el mineral hasta la galería general de arrastre, al mismo nivel de la carretera que discurre junto al Cares, desde la cual partían, además, varios transversales de corto recorrido. Cercanas a la bocamina principal, existen otras dos que corresponderían a galerías de investigación de muy corto desarrollo.
Los minerales presentes en la mina son annabergita, eritrina, heterogenita, dolomita, azurita, malaquita y tirolita, entre otros.