Figuramos hoy varios ejemplares de oro nativo en cuarzo microcristalino (jaspe), conservados en la Colección Gonzalo Leal Echevarría y fotografiados por Francisco Piña. El Filón 340, que llegó a dar hasta 10 kg de oro por tonelada, consistía en una brecha hidrotermal de hasta 2 m de potencia que rellenaba una fractura N-S en las brechas que rodean al Cerro del Cinto. Como se observa en las fotografías, el oro nativo era visible formando bandas de 1 a 3 mm de anchura alrededor de los fragmentos de jaspe, tal como señala Antonio Arribas Jr. en el artículo que la revista Bocamina dedicó a este emblemático yacimiento en 2005.