Pequeña corta que en su día perteneció a la mina de cobre de Arinteiro, ambas en la concesión San Rafael y sus Demasías, explotada por la empresa Río Tinto Patiño y, más tarde, por Río Tinto Minera. En la actualidad se encuentra totalmente inundada, sirviendo como almacenamiento de agua de las instalaciones de tratamiento de áridos y reciclaje. La corta se mantuvo activa desde 1970 a 1986.
El agua almacenada en el embalse de la corta, de unos 40 metros de profundidad, se utiliza para la limpieza de los finos procedentes de la trituración en la cercana planta de áridos. Para ello, es bombeada hasta las instalaciones y una vez utilizada, es devuelta, en primer lugar, a la corta de Arinteiro, y desde esta de nuevo a su origen, creándose de este modo un ciclo continuo.