Fue, junto a las minas Fornás y Arinteiro, una de las mayores minas gallegas. Al igual que las citadas, fue explotada mediante una corta a cielo abierto por la empresa Río Tinto Patiño a partir de 1967, y posteriormente por Río Tinto Minera, para terminar cerrándose en 1987 por la actual propietaria de la misma, Explotaciones Gallegas S.L. Se encuentra enclavada dentro de la concesión San Rafael y sus Demasías (nº 2946).
Estuvo integrada en un proyecto de explotación de cobre (Touro Copper Project) por parte de la compañía Lundin Mining, que finalmente no se materializó dada la baja cotización del metal.
La mina es conocida por los mineralogistas por encontrase en ella, en unos paquetes de anfibolita, granates almandinos de hasta 5 cm, aunque se ha encontrado también calcopirita, pirita, pirrotina, esfalerita, calcita, malaquita, azurita, andalucita, etc.