Mina Confesionarios
Uno de los “confesionarios” que da nombre a la mina (Fot. J.M. Sanchis, 2017)
AccederEsta explotación de la Faja Pirítica de Huelva debe su curioso nombre a las formaciones geológicas que se encuentran en la zona alta de la mina, en el gossan, y que recuerdan los conocidos habitáculos de su mismo nombre empleados en las iglesias. Antiguamente, esta corta fue conocida como Las Herrerías de los Confesionarios. Sus orígenes se remontan a 1880, cuando una compañía inglesa realizó los primeros sondeos, cuyos resultados no fueron satisfactorios dada la baja ley en cobre encontrada.
Entre 1885 y 1888, la Compagnie des Mines de Cuivre d´Aguas Teñidas benefició sus minerales mediante una corta a cielo abierto, teniendo instaladas para ello cuatro máquinas de vapor y empleando, además dos locomotoras.
En 1900 la mina pasó a pertenecer a la Societé Francaise des Pyrites de Huelva, que efectuaría notables mejoras tanto en el vecino poblado de Valdelamusa como en la propia explotación. La corta, prácticamente circular, alcanzó los 200 metros de diámetro y una profundidad de 180 m. Contó con un pozo maestro del que únicamente se conserva la chimenea de su máquina de vapor de extracción.
Finalizando el siglo XIX, se abandonaron los trabajos, permaneciendo inactiva hasta 1977, cuando, tras el definitivo abandono de la mina por parte de la empresa francesa, se hicieron cargo de la misma sus trabajadores, que habían formado para su explotación una Sociedad Anónima Laboral.
Posteriormente hubo algunos intentos de explotación por parte de Rio Tinto y Minas de Tharsis, que no prosperaron ante la falta de acuerdos con los propietarios de las concesiones y la escasa rentabilidad que la mina presentaba.