Mina de Valborraz
Poblado, instalaciones y planta de tratamiento vistas desde el camino de acceso (Fot. R. López del Valle, 2000)
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La mina de wolframio de Valborraz, también conocida por mina de los Alemanes, se encuentra ubicada en el flanco sur del Sinclinal de Truchas, a 1.300 m de altitud. Se dispone sobre pizarras y cuarcitas ordovícicas y silúricas sometidas en la zona a fuerte metamorfismo de contacto como consecuencia de la intrusión de granitos con diques de cuarzo asociados. Estos diques afectan de diferente manera a las pizarras y cuarcitas, siendo más abundantes en las primeras, aunque de menor potencia y regularidad que en las cuarcitas. Los niveles explotados se localizan precisamente en estos diques, a los que va asociada una mineralización de wolframita, scheelita, molibdenita y arsenopirita fundamentalmente.
Mina de Valborraz
Vista general de la mina (Fot. R. López del Valle, 2000)
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El beneficio se realizaba por minería de interior mediante cámaras y pilares, con arranque del mineral por perforación y voladura.
El yacimiento es descubierto a finales del siglo XIX por un ingeniero Belga, iniciándose la producción en 1914 por la empresa Mines de Tungsteno de Balborraz, de la misma nacionalidad, coincidiendo con el inicio de la I Guerra Mundial. Las instalaciones mineras fueron abandonadas al finalizar la contienda en 1918.
Mina de Valborraz
Planta de tratamiento en gravedad (Fot. R. López del Valle, 2000)
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La actividad minera vuelve a reiniciarse poco antes de la II Guerra Mundial. Los ingenieros de la Alemania Nazi rehabilitan las instalaciones y accesos a la mina, prolongando su explotación hasta 1945 en que es nuevamente abandonada como consecuencia de la caída del régimen Nazi y el final de la guerra.
Mina de Valborraz
Vista general de la planta desde otro ángulo (Fot. R. López del Valle, 2000)
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Nuevamente la mina de Valborraz entra en actividad coincidiendo con la Guerra de Corea (1950 a 1953), pero esta vez en manos de empresas españolas. De esta última etapa data la construcción de un horno de calcinación para la arsenopirita. Todas las labores de beneficio cesaron con el final de la guerra, quedando sus instalaciones abandonadas definitivamente en 1963.
Mina de Valborraz
Una de las bocaminas y escombrera (Fot. R. López del Valle, 2000)
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El periodo de abandono perdura hasta la actualidad, engrosando la inmensa lista de bienes de interés cultural moribundos en nuestro país. El 9 de febrero de 2010, un artículo de Silvia R. Pontevedra en el diario El Pais, titulado Sepelio de una mina de wolframio, daba cuenta de la triste noticia:
"En Carballeda hacía tiempo que la escombrera de losa de una de estas empresas iba creciendo en la cima y amenazaba con desplomarse sobre el poblado minero de Valborraz, levantado por los belgas (y acaparado en la II Guerra por los nazis), sobre uno de los filones de wolframio más grandes de Europa. Todo el mundo lo sabía, pero nadie le puso remedio, y hace una semana se cumplió el presagio. Por el cauce del caborco de Valborraz, el arroyo que cruza el poblado, se precipitó una lengua inmensa de limo y rachóns de pizarra, empujada por las fuertes lluvias y la nieve. Se llevó por delante media docena de casas del conjunto minero, pero abajo, en la civilización, nadie se enteró."
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