Esta mina, de 71.965,60 metros cuadrados de superficie (algo más de 4 hectáreas) y número 5261 de registro, enclavada en el barranco Chico de la Torre de Sierra Almagrera, perteneció, en un principio, al almeriense Manuel Atienza. A mediados del siglo XIX trabajaban en ella 9 obreros, entre hombres y muchachos. Tuvo un pequeño malacate de extracción y su producción anual era de unos 36 quintales métricos. Era colindante con las minas La Buena, Peruana, La Verdad, Garibaldi, Santo Cristo y Paraíso. En algunos documentos aparece nombrada como “El Centinela”.
Posteriormente, hacia 1890, la propiedad pasó a ser de la Sociedad La Amistad, compañía que poseía otras minas en la sierra (San Torcuato, su Ampliación y su Demasía). En 1879 su presidente era Juan Casinello. Fue arrendada a partido en 1900 a la Société Minière d´Almagrera.
En las cercanías del pozo maestro y la casa de la mina se encuentra un horno, revestido de ladrillo en parte, pudiéndose acceder a la base del mismo a través de una corta galería. Junto al muro de dicha casa y a ras del suelo existe una entrada abierta a modo de pozo por la cual se accede, con muchas dificultades, a algunas labores de interior.