En el pasado mes de Noviembre, el Gobierno de Cantabria firmó un convenio de colaboración con cinco empresas (Solvay, Depuram, Valora, Tecnosolos Galaicos y Biomasa Cantabria) para el tratamiento de residuos no peligrosos, decidiendo centralizar estos servicios en el entorno del pozo Santa Amelia, de Reocín. Allí serán tratados también los lodos procedentes de las depuradoras dependientes de la empresa pública MARE.
Mina de Reocín: Pozo Santa Amelia
Acopio de contenedores de reciclaje (Fot. J.M. Sanchis, 2018)
AccederTan solo las depuradoras de este último organismo público generan anualmente más de 20.000 toneladas de lodos, que hasta la fecha eran enviados a otras Comunidades Autónomas para ser empleados como fertilizantes en zonas agrícolas.
Las puertas y ventanas de los edificios del pozo Santa Amelia han sido ya tapiadas con ladrillos, la plaza de la mina ha comenzado a llenarse de contenedores de todas las formas y colores, mientras se sigue construyendo el foso de higienización y la zona de maduración. Al parecer, la vieja instalación minera va a convertirse en un gigantesco vertedero (basurero), impidiéndose de ese modo cualquier proyecto que hubiera de recuperación del viejo pozo para musealizarlo o convertirlo en centro de interpretación.
De momento, algunos tejados han comenzado a hundirse, mientras que el esbelto castillete sigue en pie, oxidándose lentamente. ¿Por cuánto tiempo?