Hullero de Valdeinfierno
Minería y paisaje: vista general de las instalaciones de Valdeinfierno a la altura del km. 22 de la crta. A-447 (Alanís-Fuente Obejuna, antigua crta. Fuente Obejuna-Castillo de las Guardas), en el paraje La Colonia. El relativo aislamiento geográfico de esta pequeña cuenca carbonífera impuso fuertes costes en el transporte y la falta de acceso a la red eléctrica durante los periodos de explotación (Fot. Juan R. Párraga, 2015)
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A la altura del km 22 de la carretera A-447 (Fuente Obejuna-Alanís), se hacen visibles las escombreras y construcciones mineras de la cuenca hullera de Valdeinfierno, situada en los límites occidentales del Coto Minero Carbonell. Desde 1875 hasta finales de la década de 1960, se realizaron trabajos intermitentes de investigación y explotación subterránea por diversas sociedades mineras de varias capas de carbón.
Hullero de Valdeinfierno
Estructuras mineras en los alrededores del Pozo Maestro. Al fondo, el cerro del Cajiguillo (Fot. Juan R. Párraga, 2015)
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Existen tres pozos verticales y un sinnúmero de pocillos y socavones. El Pozo Maestro, de 160 m de profundidad, está cerca de la carretera. El Pozo San Francisco, al sur del arroyo de Valdeinfierno, dista unos 350 m a Poniente del pozo Maestro; aproximadamente 1.200 m a Levante de este último, se sitúa el Pozo Torilejo. Los dos primeros pozos se comunican mediante una chimenea inclinada; el tercero, ubicado cerca de los límites de la cuenca carbonífera, fue tan solo una labor exploratoria.
Hullero de Valdeinfierno
Vista general de la zona de estériles y tolvas de descarga con edificaciones de distintos periodos de explotación. Al fondo, ladera norte del Cerro de Valdeinfierno. En su propuesta para la explotación de la mina, Román de Ingunza considera, al menos, el empleo de 400 trabajadores (Fot. Ángel Domínguez, 2018)
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La primera referencia de actividades mineras en Valdeinfierno está documentada en la Estadística Minera del año 1875, citando brevemente trabajos de reconocimiento mediante galerías y pozos. Posteriormente, en 1884, Román de Ingunza, comisionado por la Sociedad Hullera de Ventillas, realiza un estudio geológico-industrial en la concesión hullera Santa Ana 3a (n°1.177) para su puesta en explotación. Propone la ejecución de dos pozos principales de mampostería: uno de extracción y bajada de operarios y, el segundo, de ventilación y desagüe. También plantea, como necesidad económica, la construcción de un ramal ferroviario hasta la estación de Azuaga para dar salida a la producción.
Alrededor de 1903, se funda la sociedad inglesa Seville Collieries Ltd. para la explotación de Valdeinfierno. Parece ser que se trabajó intensamente durante algunos años hasta la liquidación de la sociedad.
Hullero de Valdeinfierno
Vista reciente del Pozo Maestro. Obsérvese el castillete de hormigón armado (al parecer construido durante la última etapa de explotación). Los últimos trabajos realizados en Valdeinfierno, al finalizar las explotaciones, fueron trabajos de desguace que supuso la desaparición de bastantes estructuras mineras (Fot. José Antonio Cortez, 2015)
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A partir de 1916, la Sociedad Carbonífera de Valdeinfierno comienza trabajos de explotación, investigación y reconquista sobre las antiguas labores en las concesiones Santa Ana 3a (n° 1.177) y Santa Emilia (n° 1.165). Los pisos 60 y 100 del Pozo Maestro fueron reconquistados; el Pozo San Francisco, con una planta a los 22 m de profundidad, se comunicó con el piso 60 del pozo Maestro mediante una chimenea inclinada a los 33 m de profundidad. En el Pozo Torilejo, de 17 m de profundidad, se efectuaron trabajos de reconocimiento. Además, se realizaron cuatro socavones de exploración. Finalmente, el transporte del carbón se realizaba mediante carros a los pueblos cercanos, mayoritariamente a Fuente Obejuna y Peñarroya.
Sobre 1942-43 hubo un intento fallido de reapertura de la explotación. De nuevo, se reconquistaron todas las labores hasta la planta 60.
Hullero de Valdeinfierno
Caña fortificada de mampostería del Pozo Maestro (Pozo n°1). Este pozo, de sección rectangular y de 160 m de profundidad, servía para la bajada de personal y extracción. En 1917, después de algunos años de abandono, se reconquistaron las plantas 60 y 100. En la última etapa de explotación, se comunicó el piso 130 con el 160 mediante un plano (Fot. Ángel Domínguez, 2018)
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La etapa final de explotación en Valdeinfierno, aproximadamente entre 1954 y 1966 por Hullera de Valdeinfierno en las actuales concesiones María de Rosario (n° 8.475) y Torilejo (n° 9.144), está marcada con la reconquista de las antiguas labores, profundización del Pozo Maestro hasta los 160 m de profundidad y apertura de nuevas galerías y macizos de explotación. También se realizaron trabajos en el Pozo Torilejo, sin duda destinados al reconocimiento de la prolongación de los paquetes productivos trabajados desde el Pozo Maestro. La producción del trienio 1955-57 fué de 10.747 t de hulla antracitosa.
Texto: Juan Ruiz Párraga.
Fotos: Ángel Domínguez, José Antonio Cortez y J.R. Párraga.
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