A los dos reportajes fotográficos que ya hemos publicado (en 1995 y 2016) sobre este histórico pozo minero, viene a unirse este tercero, realizado hace tan solo unos días, para mostrar la restauración efectuada tanto en el castillete como en su entorno más próximo. Las obras, finalizadas en noviembre 2017, tuvieron un costo de más de 60.000 euros y fueron financiadas por la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Castilla y León.
Se ha reformado la casa de la máquina de extracción, se ha restaurado y pintado el castillete y se ha dejado al descubierto el embarque, las jaulas y la caña del pozo, que antes permanecían ocultos tras unos muros de ladrillo.
ANTRACITAS DE FABERO: POZO VIEJO
Recinto para la máquina de extracción (Fot. J.M. Sanchis, 2018)
AccederEl conocido como Pozo Viejo fue profundizado por Diego Pérez Campanario en 1928 hasta una profundidad de 110 metros, para así alcanzar la denominada “Capa 1º de Fabero”. Desde aquí arrancaba una línea aérea con 95 torretas, por la que circulaban un total de 246 baldes llevando el carbón hasta el lavadero de La Recuelga.
Estuvo en servicio hasta comienzos de los años 50 como el pozo de extracción principal de Antracitas de Fabero, S.L., cerrándose al entrar en servicio el nuevo Pozo Julia. Las huellas dejadas en él después de 90 años de existencia de trabajo, pero también de abandono, de desidia y de vandalismo han quedado, por fin, borradas.