Hemos tenido ocasión de girar una nueva visita a esta conocida mina leonesa, cuyo acceso a la zona alta, conocida como La Cuevona, se complicó algo tras el derrumbe de unos grandes bloques de roca sobre el sendero que ascendía desde el camino hasta la entrada de la mina.
Lamentablemente, pudimos constatar también la práctica desaparición de ejemplares de aragonito verde, tan característicos como en otro tiempo abundante en este yacimiento, y que aparecían en una cavidad natural junto a la entrada que conduce a las labores de interior.