La extracción de talco en Puebla de Lillo la inició la Sociedad Española de Talcos en 1926, en sus concesiones Primavera y Primavera 3ª; más adelante se agregaría la de San Andrés y otras. La mina de El Cabano (El Cabaño, según otras fuentes, como el IGME, 1981), pertenecía a la misma sociedad, y comenzó a explotarse en los años 30.
El grupo Cabano estaba compuesto por El Cabano Alto (dos pequeñas labores situadas sobre dolomías con dos niveles entre 1-2 m de potencia), y El Cabano Bajo, donde se encuentra el transversal principal, en dirección NNE.
De sus dos galerías, una está prácticamente colapsada a causa de la gran afluencia de agua, y la otra ha sufrido un gran hundimiento, perceptible incluso desde el exterior. En ella se encuentra un nivel de talco blanco, gris y negro, acebrado, de 1 m de potencia.
La mina hubo de cerrarse ante la escasez de mineral y la constante presencia de agua en sus labores.