La mina Semirámides (lo correcto sería Semíramis) y Cleopatra (nº 3897), junto a sus tres Demasías (nº 10772, 19490 y 19530) fue la concesión minera de mayor extensión de cuantas se denunciaron en Mazarrón. Ocupaba en total una extensión de 171 hectáreas, midiendo 1.900 metros de Este a Oeste, y se encontraba al Oeste del Cabezo de San Cristóbal y Los Perules. Era limítrofe con las concesiones Templarios, El Siglo Futuro, Purísima Concepción, Santa Isabel, La Mazarronera, La Argentina, San Juan Bautista, Ampliación a Grupo, Aurora, Talía y La Sorpresa.
El plomo de esta zona fue beneficiado a finales del siglo XIX por la compañía Escombreras-Bleiberg, y posteriormente por la Sociedad Minero-Metalúrgica de Peñarroya. Los sondeos efectuados por esta última compañía en 1920 intentaron localizar la caliza portadora de la galena de su vecina mina Santa Isabel, algo que no se logró, por lo que se detuvieron los trabajos. Se empleó en ellos un tren de sondeo sistema Sullivan que empleaba como motor una locomóvil Richmond de 20 HP.