Villarijo es un pequeño pueblo de la provincia de Soria, perteneciente al municipio de San Pedro Manrique, abandonado a comienzo de los años 70, pero que pese a tener que recorrer una interminable pista forestal en pésimo estado para llegar hasta él, era visitado con frecuencia por los recolectores de minerales.
Pudimos visitarlo en 1977, cuando sus viviendas y edificios aún se encontraban repletos de enseres, muebles y todo tipo de objetos. Incluso en la sacristía de la iglesia se hallaban, en perfecto estado, todos los ornamentos religiosos empleados por el cura de la localidad, libros religiosos, etc. La escuela conservaba todos los pupitres con sus tinteros y cuadernos, y en el ayuntamiento localizamos su caja fuerte, abierta, evidentemente. Tras unas maniobras militares efectuadas a comienzos de años 80, el pueblo quedó prácticamente destruido.
Las imágenes que nos ofrece Jaime Serrate hoy, obtenidas en 1975, nos muestran tres aspectos distintos de uno de los niveles margosos en los alrededores del pueblo dónde aparecían los afamados cristales de pirita.