Pequeña explotación de hierro a cielo abierto, cuyo laboreo se inició a finales del siglo XIX y comienzos del XX, al igual que otras en sus proximidades, como las minas Cerezu y La Edrada, todas ellas en la ladera sur de la sierra del Cuera.
El mineral extraído, un hematites terroso de intenso color rojo, era bajado hasta la carretera de Alles a Arangas mediante un sencillo cable aéreo, desde dónde era transportado hasta la planta de trituración y molienda de Rozagás. En las laderas próximas a la corta aún pueden verse los cables y alguno de sus baldes.
El trabajo en las minas quedó suspendido en 1969, lo que precipitaría el despoblamiento del pueblo, que en la actualidad apenas cuenta con un centenar de habitantes.