La minería del hierro en Artikutza estuvo ligada durante siglos a la actividad de las ferrerías de la finca. Esta actividad cesó hacia 1860 mientras que la minería sobreviviría unas décadas más hasta 1910. Hay pequeñas labores mineras en numerosos puntos de Artikutza, si bien la actividad extractiva se concentró en el valle de Elama, especialmente en el paraje denominado actualmente como Arrizulatu, muy cerca de la antigua ferrería de Elama. Aquí existe un sistema de dos socavones subparalelos, de orientación N045ºE aproximadamente, excavados en calizas marmóreas con intercalaciones pelíticas que parecen ser la continuación a poniente de las Calizas de Aranaz.
El espectacular paisaje actual se debe a la superposición de la minería sobre un karst, aunque resulta difícil estimar el peso relativo de cada proceso en una rápida e incompleta visita al lugar. La mineralización primaria está compuesta mayoritariamente por siderita y en mucha menor medida por sulfuros de metales base, con calcita y cuarzo como ganga.