La mina de Valborraz, también conocida como mina de los Alemanes, presenta una mineralización de wolframita, scheelita, molibdenita y arsenopirita fundamentalmente, fue descubierta a finales del siglo XIX por un ingeniero Belga, iniciándose la producción en 1914 por la empresa Mines de Tungsteno de Balborraz, de la misma nacionalidad, coincidiendo con el inicio de la I Guerra Mundial. Las instalaciones mineras fueron abandonadas al finalizar la contienda en 1918.
La actividad minera se reanudó poco antes del inicio de la II Guerra Mundial. Los ingenieros de la Alemania Nazi rehabilitan las instalaciones y accesos a la mina, prolongando su explotación hasta 1945 en que es nuevamente abandonada como consecuencia de la caída del régimen Nazi y el final de la guerra.
Nuevamente la mina de Valborraz entra en actividad coincidiendo con la Guerra de Corea (1950 a 1953), pero esta vez en manos de empresas españolas. De esta última etapa data la construcción de un horno de calcinación para la arsenopirita. Todas las labores de beneficio cesaron con el final de la guerra, quedando sus instalaciones abandonadas definitivamente en 1963.