Ampliamos el fondo gráfico de este pozo con un conjunto de imágenes obtenidas en el verano de 2019. El vandalismo en sus abandonadas instalaciones sigue en aumento, y mucho nos tememos que de no evitarse, aquello se acabe convirtiendo en un montón de chatarra y escombros. El pozo comenzó a funcionar en el año 1912, y alcanzó los 150 m de profundidad. La extracción a través de él se paralizó en 1968, continuando como auxiliar del Herrera II para ventilación y desagüe hasta junio de 1992.