La profundización de este pozo se inicio casi al mismo tiempo que su vecino, el nº 2, allá por 1954, finalizando los trabajos en 1967 con el montaje de la antigua máquina de extracción de aquel. En un principio se dedicó a la salida de mineral y como auxiliar de ventilación de la mina.
Entre los años 2002 y 2004, el pozo fue remodelado, aumentando su diámetro hasta cuatro metros y medio utiles, instalando un nuevo y moderno castillete dotado de skip y de una máquina sistema Koepe totalmente automatizada mediante control electrónico, que entonces era la más moderna de la época. El pozo alcanzó los 680 m de profundidad.
La estructura del castillete, de unos 45 a 50 m de altura, hiperestática y muy estilizada, se compone de dos tornapuntas de vigas de cajón soldadas que apoyan en cuatro montantes verticales, y ménsulas que soportan las dos poleas coplanarias de cuádruple garganta por las que discurren los cables.
En la actualidad, y tras la puesta en servicio en julio de 2021 de una rampa de 5 km de longitud por la que sale la producción de la mina hasta la planta de primer tratamiento sin tener que atravesar con camiones la población, el pozo se emplea como entrada y salida de personal, entrada de materiales, ventilación y actuaciones de emergencia.
No son muchos los castilletes existentes en España de este tipo; además de este, los encontramos en los pozos Carrio (46,5 m de altura), pozo nº 2 de mina La Camocha (45 m de altura total) y el pozo María (40 m de alto) de Fuente Obejuna, en Córdoba.