Figuramos hoy un cristal de wulfenita con diversos hábitos consecuencia probablemente de diversas fases en su crecimiento. Procede de la mina El Cuco, que aunque fue denunciada para la obtención de calaminas en torno a la primera década del siglo XX, benefició además de cinc, el plomo y el molibdeno. Los abundantes minados, galerías, ruinas de dependencias y restos del lavadero, evidencian su notable importancia hace más de 100 años. El ejemplar que hoy incorporamos a nuestro fondo documental se conserva en la Colección Javier Díez Polo, donde ha sido fotografiado por Carlos Pareja.