Este pozo se encuentra situado en la zona noroeste del conocido como “óvalo inferior” de la cuenca, en la concesión Torcuato (nº 3345), explotado por la Sociedad Minero Metalurgia de Peñarroya hasta su integración en ENCASUR 1976.
El castillete, de finales del siglo XIX o comienzos del XX que aún se conserva había sido trasladado desde el pozo San Hilarión de la mina Esdrúbal. Es de acero roblonado en celosía, con cuatro montantes y dos tornapuntas arriostrados. Sus dos poleas se encuentran protegidas por un tejadillo de chapa. La casa de máquinas no se ha conservado, pero si una gran construcción de hormigón y ladrillo adosada al castillete que albergó al taller de selección. Bajo ella se encuentra una bóveda por la que accedían los camiones para cargar el mineral.
A partir de 1962, la SMMP, ante la incapacidad del pozo para la extracción del tonelaje que se esperaba obtener, construyó un plano inclinado llamado Torcuato, por el que se pretendía sacar la producción, dedicando el pozo a transporte de personal y otros servicios.
La actividad se suspendió definitivamente en 1976, si bien ENCASUR mantuvo operativo el pozo para bombear el agua que se acumulaba en sus galerías en las épocas de intensas lluvias y que el cercano cauce del río Ojailén era incapaz de evacuar.